domingo, 11 de octubre de 2009

Crosswind


El viento mece las hojas
acariciando tu belleza etérea,
liberando fragancias de tu cuerpo
que me embriagan hasta perder el sueño.
El viento te tiene y te toca,
disfruta cada hueco de tu flaco encanto,
se recrea en placeres prohibidos
y te explora sin pudor.
El viento te desnuda ante mis ojos,
es vicioso y descarado,
despeina tu cabello,
se detiene en tus partes más ocultas.
El viento se desliza por tu infinito
atravesando tus labios,
y me devuelve ululando
tus deseos musitados.
Envidio al viento
que nunca mereció tanto honor,
y, mierda,
el viento no soy yo.





2 comentarios: