Falsa Alicia...

¿Qué puedes pensar de una Alicia que no es curiosa, cotilla e impertinente? ¿De un país lleno de maravillas que más que sorprender, aburren? ¿De un sombrerero loco, que apenas lo está? ¿De una fiesta del te que no ocurre? ¿Qué puedes pensar de un conejo que ya no tiene prisa? ¿De una reina de corazones que da más lástima que miedo? ¿De un gato que dejó de ser desconcertante? ¿Qué puedes pensar de una Alicia, que parece participar en su historia movida por la responsabilidad y la obligación?

Pues... que no es la verdadera Alicia.

Tal vez Burton no se esmeró, puede que esté perdiendo chispa, o simplemente se vendió por unos cuantos peniques... Cuánto habría dado de si el cuento, solo con que se hubiera parecido mínimamente a lo que hizo Disney en los 50. Tantas y tantas posibilidades perdidas, para rematar lo insulso con un tema de Avril Lavinge... No puedo si no sentir nostalgia de lo que no ocurrió. Cuídate Alicia, dondequiera que estés.