
Para triunfar con límpido brillo en el oficio de la ciencia ficción,
recurre a la jerga de las ciencias (aunque sólo te suene a jerigonza).
Habla del espacio, de galaxias y de falacias teserácticas
en estilo místico y agudo;
el aficionado, aunque no entienda un bledo, te lo exige
con blanda sonrisa de esperanza [...]
Isaac Asimov