martes, 28 de septiembre de 2010

Looking back




Cuando no había ríos en mi cara, los días eran más largos, las horas más pesadas, y los minutos menos ávidos por desaparecer. Cuando no había ríos en mi cara, me bastaba cualquier plan para llenar el bolsillo de mis tardes, y la oquedad de tu sonrisa. Cuando no había ríos en mi cara estabas tú, yo, los otros, ninguno, y todos a la vez; comunismo de importancia en la escala de valores afectivos, que llevaba al desván de los juegos inocentes que nacían sin pensar. Las bicicletas, lo verde, lo azul, la música compartida que no entendía de estilos, y la ropa que jamás soñó ser más cara que las demás. Entonces no había ríos en mi cara. Las doce era tarde, y la una aún más. Cinco minutos eran el placer de lo prohibido, y el roce de una mano una experiencia sexual. Tu pelo, mi pelo, los planes a corto plazo que se atropellaban bajo el calor estival, luchando por ser los primeros. La tristeza al despedirnos, aún con la certeza de volvernos a encontrar.
Cuando no había ríos en mi cara, un año era eterno, pero seguro, una llamada una explosión de asombro desatado, y una carta, folio y medio de novedades recordándonos nuestro existir. Cuando no había ríos en mi cara no había lugar para llorar; las lágrimas se gastaban en cosas ya olvidadas, y lo oscuro y oprimente no se había ni inventado. Cuando no había ríos en mi cara, habría merecido la pena habernos amado.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Lo he pensado mejor...




... con los brazos de la fiebre
que aún abarcan mi frente.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

One year ago...


Podremos vivir aquí, o en lo más profundo de un valle glaciar en algún país nórdico. No servirá; estamos atrapados para siempre en el día de verano en que te encarcelaron. Y echamos de menos el frío, la bruma y el vaho; las tiritonas al salir de cualquier bar, las cervezas tibias en medio de alguna plaza gélida, y doscientas cosas más. Pero están guardadas, latentes, esperando. Como los miles de chistes que no contaré a nadie para que puedas ser el primero en reírte, como las ricas comidas que ya no nos saben a nada, como las historias mudas que no hablarán hasta que tú las escuches [...]


lunes, 6 de septiembre de 2010

Tajante Isaac



"En primer lugar, acabemos con Sócrates, porque ya estoy harto de ese invento de que no saber nada es signo de sabiduría"




Isaac Asimov manifestó su opinión
Microsiervos se encargaron de recordárnoslo


jueves, 2 de septiembre de 2010

Burgalesamente hablando


Cambio de residencia.
El papamoscas anuncia que amanece un nuevo día en el norte...
Disculpen las molestias, en breve retomaremos la actividad habitual