Podremos vivir aquí, o en lo más profundo de un valle glaciar en algún país nórdico. No servirá; estamos atrapados para siempre en el día de verano en que te encarcelaron. Y echamos de menos el frío, la bruma y el vaho; las tiritonas al salir de cualquier bar, las cervezas tibias en medio de alguna plaza gélida, y doscientas cosas más. Pero están guardadas, latentes, esperando. Como los miles de chistes que no contaré a nadie para que puedas ser el primero en reírte, como las ricas comidas que ya no nos saben a nada, como las historias mudas que no hablarán hasta que tú las escuches [...]
miércoles, 15 de septiembre de 2010
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El texto merece la fotografía y esa fotografía también se merece ese texto. Combinación guay.
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